La Fe como puente entre el hombre y el Cielo

La Fe nos pondrá en contacto con la realidad esencial a través de la intuición.

La Fe es una entidad que tiene vida propia, no es pertenencia de ninguna persona. Lo que la alimenta es su intención y propósito, que es el de crear un puente entre el hombre y Dios, porque el hombre, desde sus sentidos, no puede alcanzar esas alturas con claridad.  La existencia de Dios está en un terreno de duda para el hombre.

Lo que alimenta a la Fe para que sea fuerte en nosotros, es no favorecer todo lo que hace a nuestros sentidos más fuertes. Cuando nos fortalecemos tan solo creyendo lo que podemos afirmar que está a nuestro alcance, alejamos a la Fe, porque comenzamos a depositar la atención en lo que estamos convencidos y seguros. Podemos dar Fe de esa realidad que es física, pero dentro de todo lo que nuestros sentidos pueden percibir y ver hay una esencia, y es la que normalmente pasa de largo ante nuestros ojos.

La intuición y la Fe

A través de la Fe, podemos llegar a percibir y a conectarnos con la realidad esencial y, a través de la intuición, la sentimos como verdadera más allá de no haberla vivido. El paso siguiente es reconocer el camino que hay que recorrer para alcanzar esa verdad que intuimos que existe.

Para alcanzar lo esencial hay que ir dejando lo superficial, así estamos ayudando a la Fe a que llegue de manera plena a nuestra vida y la vamos a liberar de su compromiso de asistirnos para entrar en contacto con el Creador. La verdad que vamos viviendo y entendiendo se hace conciencia en nosotros y podemos dar Fe de que así es. De todo aquello en lo que creemos, necesitamos de la Fe para poder llegar a conectarnos con ello.

No podemos darle fuerzas a la Fe porque ella tiene su propia fuerza, sino que debemos debilitar nuestra resistencia para permitir que ella ingrese.

La Fe asiste al Amor.

La fuerza más grande que hay en el Universo es la del amor, que es quien crea, quien da vida. Nada puede detener a ese amor, nuestro objetivo es alimentarlo.

El amor es mucho más fuerte que la Fe, la Fe asiste al amor en su tarea. Con amor tenemos que poner de manifiesto las verdades que vamos reconociendo, muchas veces a través de la Fe y otras a través de nuestras vivencias.

La Fe no nos asistirá si no queremos hacer nada para salir de donde estamos.

Ella está tratando de ser fuerte en la vida de todos para que podamos tener claridad a la hora de ver y no haya más duda, pero no puede llegar porque el hombre crea resistencias y con su obrar egoísta la aleja.

La Fe fortalece el amor del corazón

El trabajo es quitar todo lo que crea resistencia en nuestro interior para que la Fe pueda cumplir su tarea y llegue a nuestra vida con toda su fuerza. La Fe espera que nosotros hagamos lo que corresponde para ayudarnos a percibir y a vislumbrar lo que va más allá de lo ilusorio de este mundo.

La Fe le ayuda al hombre a percibir lo que sus sentidos no pueden contactar, a percibir con sentidos superiores, a intuir desde el corazón lo que está tratando de mostrarnos el Cielo desde siempre.

Para poder alcanzar ese lugar donde la Fe tiene fuerza, hay que atravesar todo lo material que atendemos constantemente, que si lo alimentamos lo hacemos más fuerte, y si lo desatendemos estamos dejando de prestar atención a las lecciones que la vida nos da. No es dejarlo de lado, sino saber llevarlo adelante como corresponde.

Lo que me toca resolver es lo que la vida me ha dado. Y con amor, siempre, tengo que llevarlo adelante.

Daniel Ferminades

** El siguiente artículo fue compartido en  la Revisa Universo Holísitco N°116 España – Junio 2018  ver  publicación