¿Cuánto pides?

¿Cuánto pides?

Y de lo que pides, ¿cuánto tomas?

Y de lo que tomas, ¿cuánto utilizas?

Y de lo que utilizas, ¿cuánto agradeces?

Y de lo que agradeces, ¿cuánto valoras?

Y de lo que valoras, ¿cuánto devuelves en obra?

Pues, esta simple ecuación explica el concepto tantas veces mencionado como karma (deuda). Pues si lo que pides no usas y no agradeces y no valoras y, aun teniéndolo, no lo transformas en obra que pueda retornar al Padre, entonces lo debes. Y lo que debes en la Tierra puede que no lo pagues, pero lo que debes a los Cielos debes devolverlo en tiempo y forma, pues en tiempo y forma te fue dado.

¿Entiendes?

Piensas ahora que hablo de materia, de riquezas acaso, de lujos tal vez. Mas estoy hablando aun de cada latido de tu corazón, que te fue dado con un propósito y tú en tus placeres has derrochado. Esos también los debes cuando no laten por Amor.

El Morya

Texto inédito