Cierra los ojos a las tentaciones, más ábrelos porque hay quienes esperan con las manos extendidas.
Mírate en el corazón pero antes de llegar a Él recorre cada rinconcito, porque en el sitio más inesperado está el enemigo escondido, conócelo, enfréntalo, elimínalo y el camino hacia El centro será directo.
Cierra los oídos a las blasfemias, mas ábrelos porque hay quienes piden en voz baja y puede que no los oigas.
Abre bien los oídos para sentir la verdadera Voz, ella jamás miente, jamás se equivoca.
Ora con tus manos construyendo una pared, plantado una flor, amasando un pan, escribiendo cartas.
Ora con tu voz diciendo buen día señor, siéntese señora, no, si, gracias…
Ora con tus pies, caminando el buen sendero.
Así se construye la vida nueva con simpleza y de lo simple nace la belleza y la belleza es relación con el Creador y Él es Amor.
Texto inédito