Para vivir en paz hay que tener en paz la Conciencia, que no quiere decir no haber cometido errores. Es reconocer que uno los ha cometido y estar atentos y dispuestos en la vida para no volver a caer en esto, tratar de redimirse, volcando Luz y los conocimientos que uno adquirió, desde su propia vida, para el bien de los demás, porque en mí ya no está más, yo entendí que no debe ser y entonces me comprometo a no hacerlo. ¿Cómo me comprometo? No es tan solo de palabra, sino que en atención a no volver a caer y no volver a hacer lo mismo. Para eso sirven, o deben servir, los errores, para aprender de ellos.
Si uno presta atención, en la escuela de la vida siempre está la lección y la enseñanza que nos ayuda a crecer, siempre, en cualquier situación que nos toque, tenemos la posibilidad de poner Amor o de poner nuestra personalidad para salir a crear problemas o diferencias. Lo que vamos a cosechar depende de lo que hagamos nosotros.
Si ponemos Amor en cada momento y en cada presente, es lo que cosecharemos, lo que estamos sembrando, y en función de lo que estamos sembrando, tendremos cada vez más claridad del bien que traen a nuestra vida los frutos que obtenemos de lo sembrado. Entonces, no es lo mismo comer un buen fruto que comer un fruto cualquiera tan solo para llenar la panza. Uno nos nutre, nos alimenta, nos ayuda a crecer, nos provee todo lo que necesitamos, y el otro sólo nos hace sentir llenos, hay diferencia.
El hombre, buscando lo fácil, tan solo busca sentirse lleno, entonces buscamos satisfacciones, beneficios, ya, en este momento, haciendo el menor esfuerzo posible, nunca nos parece suficiente lo que nos dan por todo lo que estamos haciendo. ¡Nos valoramos tanto!….
Daniel Ferminades
Extraído del encuentro ¨Verdades Develadas desde la Conciencia¨realizado en Capilla del Monte , Córdoba, Julio 2014 (140726 )