¿A qué se refiere la frase “La Verdad os hará libres”?
La verdad es lo que uno puede ver reflejado en el espejo, es todo lo que hay para ver en nosotros, no solo lo que queremos ver.
Muchos de nosotros en lo cotidiano nos ponemos en jueces al observar lo que hacen los demás. Pero si por un momento, en lugar de estar emitiendo esos juicios somos jueces severos de nuestros propios actos, si nos observamos y buscamos ser sinceros, ¿qué es lo que nos gusta observar? ¿Hay cosas que no queremos ver, que minimizamos en nosotros? ¿Hay cosas que no toleramos en los demás, pero nosotros nos las permitimos?
Las personas no solo cometen errores, también tienen muchos aciertos; en verdad hay que ver todo y la verdad es todo. La verdad es que en mí hay virtudes, pero también hay defectos.
La verdad es la justicia que ve las cosas tal cual como son. En donde hay errores o desviaciones hay que aplicar corrección y modificar a través del entendimiento. ¿Cómo voy a distinguir que algo está mal si no lo analizo de una manera justa?
La manera de llegar a entender cada vez con más claridad qué es la verdad, es abocarme más a ver lo que estoy haciendo yo y lo que pasa dentro de mí, que lo que están haciendo los demás.
Puedo emitir juicios o hacer análisis de lo que los demás hacen, si está bien o está mal. Pero ¿puedo cambiar a la persona por más que crea que en lugar de hacerlo así lo debería hacer de otra manera? La persona no cambia porque yo sepa lo que debe hacer. En lugar de estar perdiendo tiempo juzgando lo que los demás hacen tengo que ocuparme de ver qué es lo que yo estoy haciendo. A eso sí lo puedo modificar.
La verdad que me hace libre es aquella que hay que sacar a la luz.
Cuando uno se ve plenamente como es, empieza a transitar el camino de la humildad.
La humildad empieza por asumir todo lo que somos.
Cuando uno asume que así como tiene virtudes tiene defectos es en donde comienza a transitar un verdadero camino de humildad y a reconocer que no está capacitado para llevar todo adelante de la mejor manera ni para poner el amor más puro en todo momento y situación.
Si estamos viendo en el espejo lo que no nos gusta ver, estamos viendo lo que debemos cambiar y modificar. Si sólo observamos lo que nos gusta, todavía y cada vez más adornamos y ensalzamos eso. A esa otra parte no la quiero ver, y a la arruga que veo en el espejo trato de taparla con maquillaje.
A la realidad tengo que asumirla. No es el problema la arruga que van a ver los demás, es cómo vivo, convivo y llevo eso adelante. Si no soy capaz de asumir una arruga, ¿cuántas otras cosas estaré disimulando, tratando de maquillar? Ante las personas puedo disfrazar muchas cosas, pero ante Dios no hay maquillaje para disfrazar la realidad.
La verdad es más fácil de acceder cuando dejamos que entre la luz de Dios a nosotros. Esa luz nos lleva a ver todo lo que hay dentro nuestro. La luz de Dios es perfecta y penetra todo.
La verdad empieza por esto, por ver lo que hay en uno.
DANIEL FERMINADES