Salir de la ceguera. ¿Cómo ir a una política más justa?

Un político, de alguna manera, es como un padre, una madre en una familia, tienen que ser el ejemplo que debe de seguir el pueblo que busca referencias.

Pero por lógica, para representar los intereses de un pueblo, hay que conocerlos.  Hay que conocer la necesidad y la realidad, porque para alcanzar lo que necesitamos, no podemos estar ignorando o negando la realidad que vivimos. Y, muchas veces, no se está partiendo de la realidad. Hablan de un mundo mejor, pero se lucra hasta con lo que es básico e indispensable y, aún así, hay gente que no ve esto, y lo que ven, es desde su fanatismo y con limitaciones. 

Si no vemos este tipo de cosas, vamos a permanecer ciegos.  Y en la ceguera, aquel que tenga la capacidad de manejar a través de las palabras y de la expresión,  y pueda llegar a las personas a tocar aquello que es su deseo en vez de su necesidad, va a llamar mas la atención.

La mayoría no entiende que la necesidad es recuperar la vista, la mayoría está deseando vivir mejor en esa ceguera. Es decir, no quieren ver la realidad, quieren seguir como están pero mejor. Y aunque parece un contrasentido o no tener sentido directamente, no son cosas que la gente tome muy en cuenta

Excesos y realidad

Pareciera que siempre estamos en campaña. Todos los días escuchamos políticos representantes de un partido hablar mal de otro. Es casi una constante, es mutuo y permanente. Puede parecer poco serio, pero todo eso es ejemplo y entonces, ¿cómo va a cambiar el pueblo? ¿Qué referencia toma? ¿Qué es lo que le ayudan a entender? Si se tratase de personas que superaron aquello que está aquejando a la población, estarían pudiendo dar ejemplo y, en todo caso, hablar con sinceridad y decir que entre todos tenemos que hacer el esfuerzo para poder cambiar esta realidad y mejorarla. 

En el mundo, mucho se apoya en la economía y parece que obtener ese equilibrio económico es lo que lleva a estar entre las naciones que se llaman de primer mundo, de segundo o de tercer mundo. También depende , por ejemplo, de cómo nos manejamos, de la corrupción que pueda haber.

Pero al fin y al cabo ¿Se es de un primer mundo sólo por tener un equilibrio material o habrá que tomar en cuenta también, que somos un espíritu que necesita un equilibrio entre la realidad del espíritu que es, con la materia que habita? En reglas generales al mundo le falta tomar esto en cuenta, y hay lugares de la tierra y naciones, que padecen más que otras las consecuencias de esta falta de equilibrio, de consideración a lo esencial, a lo básico. 

Ir a lo esencial

Cuando vamos hacia lo esencial, es imposible no ver y no ir entendiendo lo que es justo. No es “lo justo” que vuelva la clase media que parece ir perdiéndose. Todos somos ciudadanos y tenemos que estar bien. Todo tiene que ser atendido ahí en donde se encuentre necesidad.

La única manera de salir adelante y de poder salir de la cueva en la que estamos encerrados y ver la luz del sol, es acompañar a aquellos que están en esa oscuridad y hablarles de que hay una realidad mejor ahí en la luz. Al principio, tal vez moleste lo que tengamos que ver, pero en la medida en que cambiemos y empecemos a trabajar esa tierra, producirá mejor y será de bien para todos. Podremos hacer algo para mejorar y superarnos y, a la vez, hacer algo que, en esa misma acción, también beneficie a los demás.

Daniel Ferminades

210911