Hoy, para creer en un Amor mas incluyente muchas personas necesitan Fe. La Fe les ayuda a creer en ese Amor. Cuando uno hace el esfuerzo de vivir en él en su vida diaria, comienza a comprobar la verdad y la realidad de su poder y alcance . Ya no necesita creer, sino que ahora lo está viviendo, conoce y ve los resultados de vivir en ese Amor, ya no está creyendo, ni necesita de Fe para creer. Ahora puede dar Fe del poder del Amor, porque lo está viviendo.
La Fe es algo que nos ayuda a alcanzar lo que nuestros sentidos no pueden comprender y comprobar.
La Fe nos ayuda a intuir en el Corazón una verdad que va más allá de lo comprensible, pero hay que alcanzarla. ¿Cómo la alcanzamos? Dejando lo material. No se puede alcanzar lo sutil, o vivir en lo sutil, o entrar en contacto con ello, si seguimos tan aferrados a lo material. Tenemos que ir sutilizándonos, dejando aquello que no es afín a lo esencial. Cuando lo alcanzamos y lo traemos a nuestra vida, no es renunciando a todas las cosas materiales.
El que tiene una casa donde puede cobijarse con su familia y ahí amorosamente vivir, tiene más que el que no tiene una casa y no tiene un techo; pero a lo mejor aún teniendo esa casa, el techo tiene goteras que molestan, por las cuales tiene que estar corriendo las cosas a veces cuando llueve. No está mal que piense en evolucionar y arreglar el techo.
No es dejar las cosas materiales porque es la única manera de poder encontrar a Dios, sino que arreglar el techo también es preocuparse amorosamente por el bien de la familia, de todos los que viven bajo esa casa. No me refiero a dejar las cosas materiales, el mundo del César. Vivamos la realidad, nuestra vida es el camino, eso es parte de nuestra vida, es nuestro camino, con Amor vivamos y asumámoslo.
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